domingo, 14 de enero de 2018

La suerte son los padres


No pretendo molestar a nadie, pero me temo que somos más gilipollas de lo que imaginábamos.

Entiendo que en este bendito país se puede ser de derechas, de izquierdas o de centro; ir a misa, pasar de sotanas y santos o profesar el credo que nos dé la real gana; mujer u hombre, heterosexual homosexual o lesbiana, trans o como el pan sin sal, que esto sí que tiene delito... pero que me aspen que haya que cogérsela con papel de fumar porque Carlos Sáinz lidera el Dakar con tal de no molestar no se sabe a quién, alguien difuso siempre que, como las suegras que interpreta José Mota, está en todos los sitios vigilándonos a todas horas.

Deportivamente hablando, lo de Peterhansel de ayer fue una soberana putada, pero por mucho que amemos el motorsport en todas sus variantes o muy apasionados que seamos, un compatriota nuestro está al frente de una de las competiciones más duras que existen, y además, el muy cabroncete se merece que la diosa Fortuna le devuelva una centésima parte de lo que se ha cobrado en la carrera profesional del madrileño, muchas de ellas en favor del francés.

Os confieso que me alegro y no encuentro ninguna necesidad de complacer a nadie. A lo peor soy raro, pero tal y como os estoy contando, ni me siento extraño en la alegría que me invade desde ayer por la noche ni me molesta la felicidad que exteriorizan los que tengo cerca, o lejos. 

Sin embargo, sí me alarma que hayan vuelto a perder el culo los acomodadores con sus linternas para salir de sus agujeros y pedirnos que bajemos la voz, y recordarnos que todavía queda mucho Dakar por delante, o que Sáinz es cenizo y cualquier cosa puede pasar...

Esto de los cenizos tiene su tela, Pedro es cenizo, Fernando es cenizo y Carlos senior es cenizo, y a lo peor tanta coincidencia en ser cenizo se debe a que los alumbrados todavía no han entendido cómo funciona la suerte en esto del deporte del motor.

Imagino que algún día madurarán y se darán cuenta de que la suerte son los padres o de lo chorra que resulta andar haciendo postureo constante, con lo mal pagado que está. Pero mientras esperamos a que aterricen, os juro que seguiré sin ver problema en disfrutar con cualquier tontería positiva que afecte a uno de los nuestros.

¡Ea!, muy buenos días... Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buneas,

Pues si!!. Yo tambien estoy contento. Y espero que lo gane, que bien merecido lo tene.Y aunque no lo gane, siempre será un campeón.

saludos
exray

Anónimo dijo...

Como bien dices, la suerte le debe mucho al gran Matador!
Y para los haters que andan hablando que si gana este año es por la mala suerte de Loeb y Peterhansel, que tiren de memoria y vean como perdió un mundial de rally a 500 m de la meta por el puñetero Toyota Corolla (que no era el mejor coche del mundial ni de lejos), o el propio Dakar de hace 2 o 3 años, por un vuelco quedando un par de jornadas.
Un saludo,
Pablo.

enrique dijo...

De toda la vida la de dios, el Dakar ha sido una prueba de eliminación. Este año que Sainz va primero ya no es por eliminación. Quedan muchas jornadas de Dakar, si Carlos abandona o tiene un accidente (dios no lo quiera), sabéis que dirán?. Pues eso, ni puñetero caso a los haters.