martes, 16 de enero de 2018

La colina de la hamburguesa


Olvidados aquellos lejanos tiempos en que las escuderías eran gobernadas por quienes las parieron, por pilotos llegados a más o por gente que sabía de qué iba el asunto, o no sabía pero pretendía empaparse, podremos poner en nuestras esquelas que nos dimos cuenta cuando ya era demasiado tarde, que se nos habían ido colando por el resquicio de la puerta tanto petimetres como tipos guapos recién salidos de la academia de negocios correspondiente.

De mi padre heredé la guitarrilla donde sigo afilando los lápices y un amor nunca correspondido por el cine de vaqueros y de guerra. ¿Quién no recuerda el teniente salido de West Point al que tiene que salvar sus huevos y los del pelotón, el sargento que no ha hecho otra cosa que comer polvo a lo largo de su carrera...?

Da lo mismo que la escena se desarrolle en el desierto de Arizona o en las selvas de Birmania o Vietnam, o en Afganistán. Con Winchesters y Colt New Ranger, fusiles Garand o M16/M4 y Beretta 92F, el imprescindible es el que conoce el terreno y las virtudes y flaquezas de la tropa, el otro sabe lo que le han contado, o lo que es lo mismo: mandar y poco más.

Y hablando de oficiales de academia... si no tenemos una pizca de Marchionne en la ensalada la Fórmula 1 ni es fórmula ni es nada. El de Chieti es el tipo que ha llegado a nuestro deporte creyendo que lo conoce y que, en vez de buscarse un buen sargento de hierro que le saque las castañas del fuego en Ferrari, se ha pillado para que le haga los recados a otro tipo al que también le habían contado algo por aquello de haber llevado el estanco de Philip Morris en F1...

Imagino que a estas horas Maurizio ya ha valorado en toda su dimensión la siempre sacrificada y nunca suficientemente reconocida labor de Stefano Domenicali. Desconozco si lleva una afotico del de Imola en la cartera, pero seguro que le reza porque hace tiempo que se ha dejado de taichís y grandilocuencias, y a la chita callando arrea con lo que le ha tocado, que a decir verdad no es moco de pavo.

Para Marchionne la película es diferente. Él está arriba. Él llega a Maranello, sale y dice tres o cuatro cosillas a la prensa, y se vuelve por donde ha venido para seguir jugando con cifras en su despacho, que es lo que le mola. Y claro, deja tras de sí una sensación que no sabes si se ha reído a tu cara, viene de otro planeta o directamente pretende que La Scuderia se escoñe del todo.

Mejor tener la boca cerrada, ¿no? Pues no, a don Sergio le gusta hablar más que a un tonto una tiza, y hace unas horas ha trascendido que ha dicho lo siguiente: «Los muchachos del diseño me parecieron demasiado relajados. ¡Sólo puedo concluir que o hemos hecho un verdadero monstruo o una basura! Hemos puesto todo para tener un monoplaza superfuerte. Habrá que esperar hasta el 22 de febrero cuando lo presentemos.»

Hombre, no es cuestión de ponerme a hacer un análisis de texto del párrafo completo. Dicen que andaba irónico, pero con tanto distanciamiento a pesar de usar la primera persona del plural, yo ya me conformo si el 22 no lo vemos como dice y el mismo 26 de febrero chuta como es debido en la pista de Montmeló. Y si puedo pedir algo más antes de morir en la hoguera, que sea monstruo en vez de basura, que seguro que los muchachos del diseño se lo merecen, y también Vettel, y Raikkonen, y por supuesto Arribavene y todo el resto del equipo...

Es que leído así me ha sonado un poco sobrado por todos lados y a que Marchionne nos informaba de que Ferrari se dispone a tomar la Colina 937, y sinceramente, no sé si le va a salir a cuenta a la italiana...

Mejor que se calle, ¿no?

Os leo.

3 comentarios:

enrique dijo...

Manolete, Manolete si no sabes torear "pa" que te metes.

pocascanas dijo...

Ya lo dice la voz popular: el que sabe, sabe, y el que no, es jefe.

Saludos desde el Coño Sur

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes

Enrique ;) Imagino que don Sergio tiene en mente pasar a la historia, aunque no sé cómo XDD

Pocascanas ;) Y el pueblo sabe lo que es aguantar bobos que no tienen idea de lo que llevan entre manos... Bien tirado, amigo ;)

Un abrazote

Jose