miércoles, 10 de enero de 2018

La aventura 2018


La pregunta que más veces contesto en redes sociales versa sobre lo que pienso que nos deparará 2018... 

No hay mucho misterio, la verdad, así que siempre respondo más o menos de la misma forma: no tengo bolita de cristal y a pesar de que mi olfato sigue funcionando bastante bien en cuanto se presentan los coches, hasta no verlos considero que es mejor mantener la boca cerrada, y aún viéndolos, siempre resulta más razonable esperar a los primeros kilómetros de pretemporada. Así que hasta finales de mes —salvo que el FW41 de Williams cumpla la liturgia y asome antes las orejas en la portada de alguna revista—, poco se puede aventurar sobre lo que puede prometer y promete esta temporada que abriremos en breve.

Obviamente vivimos en época de inflar globos. Apenas lo notamos porque todo rueda en estos momento alrededor de las evoluciones del Dakar en Sudamérica y ni os cuanto si mencionamos la palabra Daytona, pero en cuanto nos descuidemos nos vemos inmersos en plena fiesta de colorines porque esto es un fijo en la quiniela de la silly season.

En todo caso algo sí se puede aventurar: como segundo año de normativa los pronósticos meteorológicos anuncian que 2018 puede ser más movidito que 2017.

Ya sucedió en 2010 con respecto a 2009, año de aplicación de reglamento nuevo, y la dinámica se replicó en 2015 con respecto a 2014, temporada de estreno de la etapa híbrida, y puesto que seguimos con todas las limitaciones imaginables para trabajar en túnel de viento o CFD, y por supuesto en entrenamientos, lo lógico es pensar que en la campaña que tenemos encima se resolverán todos los asuntillos que quedaron pendientes en la anterior.

Un buen síntoma es el arco iris de neumáticos que ha propuesto Pirelli y que la FIA se haya puesto muy feroz con el asunto de la mezcla del aceite con el combustible. Está, también, el tema de la convergencia de rendimientos de unidades de potencia y la eliminación de las aletas de tiburón, amén de la incorporación del Halo...

Así, en general, 2018 pinta bastante bien, pero como hemos sufrido auténticos tostones que pintaban bien en enero, como que prefiero tomármelo con suma tranquilidad. Queda tiempo todavía para ir definiendo las líneas maestras de esta sesión venidera, así que aprovechémoslo: un buen sillón cerca de la estufa o la chimenea, una buena bebida y tabaco si usáis. El resto irá llegando, y desde luego, hablaremos de ello en cuanto las señales de humo desaparezcan del cielo y el suelo comience a vibrar por el trote de los caballos.

Os leo.

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