viernes, 25 de agosto de 2017

No llueve en Spa


Que no llueva durante el Gran Premio de Bélgica no significa otra cosa salvo que iremos a una sola parada en una prueba que merece que nuestros mayores se levanten de sus tumbas, y en pie, nos pateen el culo por haber sido tan imbéciles como para haber consentido que hayamos llegado a esto.

Me siento un poco vacío, así que espero que me disculpéis si hoy me desfogo a cuenta de esa diferencia de ángulo que hace que nuestros adalides de la literatura informativa se dediquen a decir ¡oh!, ¡ah! en cuanto se prevé agua durante el transcurso de una carrera, la que sea. 

Hay razones operativas, ¡coñe!

Salida tras el Safety Car con wet wet de toda la vida, lo que se dice usar esa mierda de compuesto que ha previsto Pirelli para situaciones muy muy húmedas, que sólo funciona sin anda Maylander marcando el paso a la comitiva. Si la cosa prospera en lo meteorológico, volvemos a escenario de salida en parado (desde este año), pero ojito al dato: la idiotez de que hay que hacer una parada para cambiar de compuestos con diferente opción de gama se ha ido literalmente al carajo, lo que supone, en la práctica, que cada equipo, y cada conductor, pueden elegir las gomas que les vengan en gana para su vehículo...

A esto, de toda la vida se le ha llamado libertad de elección, y aquí encontramos el matiz que hace de las carreras en húmedo un aparte, un punto y seguido, un lugar que enamora a los aficionados de todo el mundo. 

Los equipos, libres del protocolo que marca el reglamento, hacen en situación de mojado lo que les sale de los mismísimos cataplines, lo que debería servir para hacer reflexionar a los gilipollas que han parido la normativa que nos asfixia actualmente, que cuánto más margen de maniobra hay, más espectáculo se produce por centímetro cuadrado de pista. Liberalismo puro, no más.

Spa, sin agua, está vendida, y mira que lo hemos andado avisando. 

Este fin de semana vamos a estrategia recomendada de una parada y no cabe más qué decir. Los ultrablandos duran una eternidad y los medios: lo que no está escrito. Bajo la lluvia, el Gran Premio de Bélgica resultaría sustancialmente diferente, todos lo sabemos, pero es aquí donde la matamos, porque si el problema es la coño regulación, no sé qué cojones hacemos esperando a que Liberty meta mano en el asunto. Hacemos como que llueve aunque el sol nos deje aplatanados, ponemos el Safety Car un par de giros, y ya está... la libertad, esa bendita palabra que se teme tanto en el paddock.

Os leo.

1 comentario:

pocascanas dijo...

Me imagino las presiones de algún(os) equipo(s) para que nadie se atreva siquiera a cuestionar ese aspecto del reglamento.