martes, 22 de agosto de 2017

Cuando el hombre es más que el mito [Roberto Carozzo]


Juan Manuel Fangio es casi con toda seguridad, el mejor piloto que ha dado nuestro deporte desde que los viejos dragones desaparecieron con la Segunda Guerra Mundial. 

Tal vez sea el último de sus representantes, quién sabe, aunque a estas alturas de la película importe poco. El Chueco es sinónimo de grandeza al volante, de escuadra, cartabón y compás trazando curvas, de velocidad en recta... Respetado hasta la devoción por la mayoría de pilotos con los que convivió o le siguieron, era delicado con las máquinas que conducía y llegaba a tal grado de simbiosis con ellas que resultaba complicadísimo encontrarle fisuras una vez había arrancado su auto.

Fangio es un mito incluso cuando decide ir abandonando el mundo las carreras a finales de 1957. Se siente bendecido por la diosa Fortuna a pesar de su graves accidentes y simplemente pretende seguir viviendo. Parece una razón de peso, sin duda.

El periodista Roberto Carozzo albergaba la ilusión de acercar al público la potentísima imagen pública de su compatriota y por fin cumple su sueño, lo que a la postre se concreta en el libro del que estamos hablando.

Cuando el hombre es más que el mito (Ed. Sudamericana-Planeta, 1986), supone un enorme viaje restrospectivo junto al propio piloto argentino, a modo de biografía —en la que descubrí por casualidad que comparto anécdota con el genio, lo que son las cosas—, donde periodista y conductor desgranan en orden cronológico todas las peculiariaridades que rodean al Chueco que ha trascendido a través de los medios, con la intención clara de dotarlo de más humanidad si cabe. Así, en el texto podemos acercarnos a la vida automovilística de la Argentina posterior a la Primera Guerra Mundial, a la vida en Balcarce, Mar del Plata y Buenos Aires, a la relación de Juan Manuel con su hermano Rubén, Toto, a los Turismo Carretera...

A lo largo de las algo más de 300 páginas que componen el volumen, Fangio narra su experiencia vital a través de Carozzo, quien usa una literatura amable que hace fácil y amena la lectura. 

El austral recuerda a Urrutia, a Marimón, a «Aguilucho», a Alfonso de Portago. Su llegada a Europa. Accidentes como el de Monza 1952 o cómo sale ileso de la emboscada de Le Mans 1955. Sus experiencias en la Panamericana, en la Mille Miglia, en Nürburgring. Su relación con Perón, con Froilán, Stirling, Collins... Lo que supone integrarse en Mercedes-Benz, su paso por Ferrari, su amor por la Maserati 250F. Sus cinco títulos y cómo tiene la muerte siempre presente...

Roberto Carozzo cumple su cometido. Hay un hombre de carne y hueso más allá del mito, pero lejos de desmitificarlo, este matiz lo hace aún más grande.

Os leo.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Pregunta: ¿Fangio fué mejor piloto que Alonso?
Felicitaciones por tu gran trabajo.

enrique dijo...

Atención pregunta: Existe algún documental, película o libro (buenos a ser posible) que narre toda aquella época?. No me refiero sólo a Fangio, sino a toda aquella época de esas carreras míticas dentro de la F1 o fuera de ella.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

Andrés ;) Sí, sin duda. Independientemente de los diferentes formatos de carreras de monoplazas en que participaban uno y otro, el Chueco tiene una categoría muy difícil de igualar en la actualidad ;)

Enrique ;) Hay un libro que todavía no he reseñado, De bólidos y hombre, de Robert Daley. Está escrito a comienzos de los sesenta del siglo pasado y pilla muy bien esta época que protagoniza Fangio. En cuanto a películas o documentales, si me dejas un poco de tiempo te miro algunas referencias ;)

Un abrazote

Jose

Unknown dijo...

Hola de nuevo. Discúlpame que abuse y te vuelva a preguntar ¿Que tendría que hacer o tener Alonso para igualar (al menos) a Fangio? ¿Que es lo que separa o diferencia (aparte del tiempo cronológico? a ambos como pilotos? Muchas gracias por tu amabilidad.

Unknown dijo...

Fangio fue considerado por Stesart y FItipaldi como el mejor piloto dee todos los tiempos en el ultimo gp de brasil