jueves, 2 de junio de 2016

Estado de la Nación [Renault]


Con la reseña sobre la escudería de Enstone cerramos el capítulo de teloneros del Circo 2016. Manor porque no tiene mayor interés que participar, Sauber porque quizá sea demasiado tarde para ella, y Renault porque desde que adquiriera Lotus su proyecto consiste en hacer de «equipo laboratorio» para hazañas mayores, los tres acumulan 6 puntos en total que corresponden por entero a la escuadra británica con matriz francesa.

Tampoco nos vamos a llevar las manos a la cabeza. Si algo ha hecho La Régie ha sido poner las cartas sobre la mesa con absoluta sinceridad: horizonte situado en 2018 —sí, habéis leído bien— y  programa de trabajo centrado en el desarrollo de la unidad de potencia, para lo cual se cuenta con el apoyo de la empresa Ilmor de Mario Ilen.

Obviamente, las carreras y los pilotos son un aspecto totalmente secundario que ha dado lugar a que aquellos que se creyeron que Renault volvía se hayan llevado un chasco de mil demonios.

Y en ello estamos. Seis pruebas después de haber comenzado el campeonato, los progresos se han notado más en Red Bull que en la amarilla, cuyo vehículo, el RS16, adolece de un exagerado cortoplacismo que limita sus ya escasas posibilidades (lo mires como lo mires, sigue pareciéndose al Lotus E23 del año pasado). Hay evoluciones, se trabaja en el apartado aerodinámico y de chasis, pero el coche está pensado para probar la unidad híbrida Energy y acumular kilómetros con ella, no para pelear contra los rivales.

En este sentido, Kevin Magnussen y Jolyon Palmer ejercen de pilotos probadores pero no han entendido todavía su papel, y de vez en cuando tratan de exprimir sus respectivos cacharros con desigual ventura. Son jóvenes, se les puede perdonar, pero a mi modo de ver, alguien debería recomendarles que se fijaran en Jenson Button o Fernando Alonso durante 2015, porque ése es el puntito de temperatura que les falta para maximizar sus oportunidades.

Mucho ruido, pocas nueces en pista y como vengo diciendo, una excesiva fogosidad por parte de los conductores oficiales que ha impedido a Renault rebañar algún punto más de los muchos que se han escapado en lo que llevamos de campaña.

En todo caso y como mencionaba más arriba, la escudería Renault de 2016 es un laboratorio móvil y todo lo bueno que consiga de aquí a que termine la temporada debe ser bienvenido y bien hallado, pues dispone de presupuesto, su actitud es la correcta aunque como aficionado no me satisfaga, y pasado el verano se beneficiará sin duda de los problemas que sufran por escasez de dinero, equipos como Haas, o sin ir más lejos, Toro Rosso.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En la historia hasta el momento, Renault ha sido mucho mas exitoso como motorista que como equipo. No discuto su proyecto de 2018; de hecho les deseo lo mejor. Pero deberemos esperar a 2018 para entender realmente cómo les ha ido en su cometido.