domingo, 13 de diciembre de 2015

El cielo protector


Que injusta es la vida. Te descuidas, y te sale The Sheltering Sky de Paul Bowles.

Ayer nos otorgaron un premio y ya hay augustas personalidades de la chavalería, que consideran poco menos que no lo merecemos, que es un premio que se da entre amigos, que no es como el Planeta...

La cosa iba bien hasta que se ha mencionado el Planeta, comprenderéis. A partir de ahí todo se ha vuelto un sí es no es y por el canto de un duro no les ha salido The Hamlet de William Faulkner, que ya se sabe, el cabo Gutiérrez, que tolera mal que se mancille el nombre del de Mississippi, se vería en la obligación de llevarlos a todos al calabozo porque con el Premio Nobel de Literatura de 1949, no se juega.

Incluso ha habido quien ha descubierto que escribo, que opino, jolines, que es como descubrir el Mediterráneo pero en versión chorra. Y todo porque anoche tuve la ocurrencia de escribir sobre esa fábula que se está montando alrededor del nuevo Schumacher. Que de no ser por esa casualidad, ni premio ni gaitas. Ni aforismos como el que alude a que mis textos, como la mala carne, hacen bola y no hay quien los trague...

Qué injusta es la vida, venía diciendo. James Allison nos cuenta que Ferrari pidió a Vettel que hiciera milagros, y que el alemán los hizo, y mientras los demás dan txalos con las orejas, uno piensa inmediatamente en que el coche rosso de 2015 estaba hecho para Kimi y que sin embargo, al finlandés le obligaron a jugar duro por su renovación. A renglón seguido, imagina o que en Ferrari no sabían ni por dónde les daba el aire en aquellos momentos, que la cosa iba con Sebastian, o que tienen tanta cara dura que ni se molestan en disimular.

A la chavalería le incomoda que un escritor que opina desde una herramienta que se creó precisamente para opinar, escriba en ella lo que piensa sobre todo esto; que llame «gilipuertas» a un tipo que no sabe lo que le espera en la de Il Cavallino, y que salió de Milton Keynes por patas y de la mano de Bernie, para interpretar un papel en Maranello que a todas luces le viene demasiado grande.

Lo entiendo. Os juro que lo comprendo. Lo que no asimilo es por qué en vez de premios, no se habla de los numerosos milagros que ha protagonizado Teto.

No existe un mentor que nos indique lo que le pidió su escudería al valenciano. Autosport, Motorsport y nuestra mamporrera prensa escrita y gráfica, apenas han dicho nada de las hazañas de Roberto. Como no lo remediemos, la historia de Merhi en la Fórmula 1 se diluirá como un azucarillo en agua tibia, por falta de alimento, por incapacidad para alcanzar titulares, porque los indonesios han puesto 15 millones de dólares para que Manor pille a Haryanto y eso sí que es noticia.

Nuestro país es así. Dos de los nuestros mueren donde nunca se nos perdió nada, donde Jesucristo perdió la sandalia, y hay desde quien los ha llamado fachas sin conocerlos, hasta quien olvida que duelen lo mismo, pero clama porque adquieran idéntico rango de drama que los asesinados en París o en Alepo o Al Raqa, o en nuestro Mediterráneo en ruta suicida entre Siria y Grecia.

Nos desangramos entre idioteces pero siempre mirando lejos, olvidando que somos lo que somos en tanto que damos lo poco que damos. Somos pueblo de mullidas mendacidades que jamás nos quitan el sueño. De adorar héroes ajenos y de escupir a los propios, y de quejarnos luego, que no falte.

Va por Isidro y Jorge, por sus críos, viudas y familiares. Y por Roberto Merhi. Todos ellos, espejo de lo que somos en realidad.

¡La guardia civil ha perdido las elecciones. Las ha ganao la secreta! Reíd, por Dios. Hay que seguir por nuestros pequeños o grandes héroes, por recordarlos, porque no se nos olviden jamás. Aunque esta entrada, como las otras, como la mala carne, hagan bola y no haya quien las trague porque en vez de Faulkner, me salen siempre Bowles y su cielo protector...

Os leo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por ese merecido premio, pero recordarte, que a ningún mediocre lo han envidiado jamás.

Mi silla de ruedas y yo te agradecemos que nos permitas volar con tus líneas, cada tarde o cuando te sale de los cojones. Jodido vasco testarudo, somos muchos los que te debemos algo más que un cielo protector.

Ojalá Roberto pueda seguir haciendo milagros. Para Isidro y Jorge ya es tarde.

Gracias ;)

GRING dijo...

Enhorabuena por el "título 2015", el que más escocerá a los manipuladores de números, a los que no entienden de sentimientos, a los que aprehenden las cosas en un sentido literal y nunca han abierto el arcón de la fantasía, a los que se tragan la realidad sin masticar y luego la defecan bien trituradita por los medios que viven de ella temerosos de que alguien corte el grifo de su financiación. Continúa opinando en libertad, sin ataduras, ofreciendo tu visión de la jugada que compartida con la nuestra nos ayuda a entender toda la complejidad un poquito mejor. Sigue destilando ese fantástico humor y ayudándonos a hacer el día a día más ameno sin esperar nada a cambio. Unos cuantos seguiremos respirando al otro lado genuino aire formulero con El Infierno Verde de cabecera.
Un saludo afectuoso :-)

Anónimo dijo...

"...a un tipo que no sabe lo que le espera en la de Il Cavallino, y que salió de Milton Keynes por patas y de la mano de Bernie, para interpretar un papel en Maranello que a todas luces le viene demasiado grande..."

No te olvides José, que los jíbaros han dejado a esta F1 así de pequeñita. Como nos descuidemos, pentafraude. Si ya lo de este año ha sido una falta de verguenza absoluta. Allison considerando milagros las concesiones de la estrella, y el golpe de estado de los Pirelli...