viernes, 23 de enero de 2015

Streiff, la pieza fácil


Nadie negaría que Philippe Streiff se ha puesto en aprietos él solito. Ha cuestionado a la FIA en su derrame de letras sobre el accidente de Jules Bianchi y a Jean Todt y Gérard Saillant, la inoportuna ingerencia les ha sentado como un cuerno sonando a la hora de la siesta, de manera que han anunciado que van a empitonarlo en los tribunales, o que lo han hecho ya, o que vaya usted a saber si todo esto no acaba como tantas y tantas cosas que afectan a la ilustre institución.

El piloto francés que casi pierde la vida en 1988 es un resentido que recientemente, ha sido sacado a patadas del entorno que vela porque no se quiebre el silencio que rodea a Michael Schumacher en su convalecencia y recuperación. Tuvo mala suerte en Jacarepaguá, fue tan solo eso, aunque si no hubiese hecho caso a los que le desanimaron de interponer una demanda por negligencia a la FIA, seguiría igualmente yendo en silla de ruedas pero a lo mejor, además de haber tenido mala suerte, tendría así mismo el aval de la razón.

Jules Bianchi también tuvo mala suerte en Suzuka. Un cúmulo de circunstancias totalmente impensables y trágicas originaron que el joven conductor galo permanezca a día de hoy postrado en una cama sin visos de levantarse de ella en un futuro cercano.

La FIA se investigó a sí misma para entender las causas del fatal accidente con el fin de solucionarlas y depurar responsabilidades. Buscó un rosario de personalidades que firmaran el informe final y lo sancionaron entre todos. No hubo culpables sino una concatenación de fatalidades. Jules iba en todo caso demasiado rápido, como si ese no fuese precisamente su trabajo. El equipo tal vez había presionado en exceso. Marussia levantó inicialmente la voz pero como estaba herida de muerte sus palabras no supusieron ningún problema, una demanda contra la Federación puede resultar extremadamente cara y la rusa se atemperó pronto. Todo parecía estar atado y bien atado como para que descansara tranquilamente en el interior de un cajón.

Quien no cerró la boca fue Gary Hartstein, doc Hartstein. Tampoco lo hizo en el caso Schumacher aunque con él no pudieron porque no es ni un resentido ni se puede negar que sabe de lo que habla sin quedar como un perfecto idiota. Eso sí, su cuestionamiento del informe oficial sobre el accidente en Suzuka, sentó en la FIA al menos tan mal como las recientes palabras de Streiff ya que Gérard Saillant, quién sabe si por indicación de Jean Todt —no consta—, se tomó la molestia de intentar arruinar su trabajo y que le despidieran del hospital de Lieja donde trabaja el experto anestesista norteamericano.

Todo parece una película de gánsteres y quizás lo sea.

Y si lo es, nadie negaría entonces que Philippe Streiff parece una pieza fácil de cobrar porque interpreta a un tipo que se ha puesto en aprietos él solito, sí, pero no por alimentar su resentimiento, sino por encarar una situación que ha derivado en que la FIA haya adelantado los horarios de los Grandes Premios de Australia, Malasia, China, Japón y Rusia de 2015, precisamente por evitar que la falta de luz en sus giros finales, pueda suponer una circuntancia que ponga en grave riesgo la seguridad de los pilotos y sus máquinas. Aunque no aparezca como factor determinante en el informe sobre lo que le sucedió a Jules Bianchi por una comprensible aunque inevitable mala fortuna.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con la iglesia de la FIA hemos topado.


https://www.youtube.com/watch?v=JiHktoxEmQ4



King Crimson

J-CAR dijo...

Cuando comentamos el informe Bianchi ya dije que algunos "factores" solo aparecían al final, en las recomendaciones, y aunque no tenían nombre todos podíamos ponérselo fácilmente. El horario retrasado de los GGPP asiáticos era una bala tirada al aire que llevaba grabada el nombre de Bernie.
Lo de que uno se investigue a sí mismo y pretender que eso sea la única opinión legítima me recuerda la perdida de credibilidad de las agencias de Rating al inicio de esta crisis.

Bernie (sobre la descongelación de Honda): "Discutimos el asunto con la FIA y dije que teníamos que realizar un enfoque ligeramente diferente porque, de lo contrario, nadie más querría unirse al Mundial."
¿Es esto "reinterpretar" las normas? ¿Es solo un "enfoque diferente" de algo que ya estaba allí? ¿Donde pone en el reglamento de motores, tal como fue redactado, la solución que han dado al lío en que metieron a Honda? ¿Donde estaba la prohibición de las radios tal como él propuso en Singapur?
Parche sobre parche. Y a cada parche más problemas y más parches. Y todo a la mayor gloria de los caprichos de Bernie. Todos tenemos bien clara de donde sale su legitimidad para reinterpretar o reenfocar, del mismo sitio por el que desaparecieron los nombres en el informe Bianchi. ¿Que mejor que una pseudocientífica multicausalidad o multifactorialidad para ocultar responsabilidades? Marear la perdiz, lo llaman en mi pueblo.
(La multifactorialidad a veces solo es un artefacto generado por el abuso de las herramientas estadísticas y que no supera la prueba del sentido común. En el accidente de Jules, al ser caso único, poca estadística cabe, pero al usar sus formalismos se puede dar el pego de estudio científico rigurosisimo, al tiempo que se escurre el bulto en cuanto a dar una opinión responsable de alguien que sabe del tema.)

Ya retraté hace poco a Bernie como titiritero por los juegos de Lewis y la prensa en Spa, pero esto ya no es un juego, es un asunto muy oscuro, es un lodazal tolkeniano.
http://youtu.be/nSchfoJameU

¡Saludos!