viernes, 31 de enero de 2014

MR03 en código morse


El segundo experimento completo de la escudería Marussia era puesto sobre la pista ayer mismo por la tarde —recordemos que el MR02 del año pasado fue el primero de los vehículos rusos de Dinnington que incorporaba KERS y por tanto, el único hasta el momento que ha explorado todo lo que ofrece el reglamento—, de forma que podríamos decir que el MR03 se bautizó directamente sobre el asfalto y sin apenas preámbulos, con Max Chilton al volante.

Con los antecedentes que nos ofrecía el CT05 de Caterham, su rival directo en la zona terminal de la parrilla, para nos ser menos, el Marussia de 2014 también parece un pasado a limpio de lo mejor de su antecesor, el MR02, con un ajuste a la nueva reglamentación que si bien no impide que siga mostrándose como un monoplaza menor, sí le lleva a erradicar por completo aquella apariencia de GP2 que ha sido casi seña de identidad de la casa.

En fin, como venimos diciendo, el MR03 como el CT05, también tiene unos pontones rotundos aunque algo más estrechos que el caso del coche malasio ya que el Marussia va propulsado por la unidad de potencia Ferrari y se intuye que ésta ocupa menos espacio que la de Renault. Sea como fuere, las ventanas de aireación son generosas y sin duda van a comprometer su velocidad punta, circunstancia que ha llevado a que el diseño de su zaga y el volumen frontal, atiendan precisamente a mitigar este aspecto.


En este orden de cosas, la parte trasera del MR03 se insinua como bastante limpia a partir de la zona en que se funden las terminaciones de los pontones con el cubrecapot, y por delante, el morro consiste en la ya conocida combinación de un volumen casi horizontal que se corresponde a la parte anterior de la célula de seguridad, con una nose en cuña de la que sobresale el espigón de impacto en su final.

Al igual que en el caso del Caterham, el Marussia también juega en otra liga que no tiene nada que ver con terminar carreras ni lograr grandes resultados y que consiste, mal que queramos, en hacer malabares con la calderilla que sobra después de haber pagado el propulsor. Así las cosas, el monoplaza que conducirán durante 2014 Jules Bianchi y Max Chilton suena a guión, guión; punto, guión, punto; guión, guión, guión, guión, guión; punto, punto, punto, guión, guión; un mensaje todavía cifrado que iremos desentrañando conforme avance la temporada.

Nos leemos.

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