martes, 23 de julio de 2013

The beginning of the Partnership


Hay días en que por muy espeso que estés, te espabilas de golpe. Hoy por ejemplo, jornada en la que tenía previsto hablar de cómo le habría ido al Creador si en sus siete golpes sobre la mesa hubiese contado con la FIA y el FOM de ayudantes, y de cómo habría resultado la evolución si esta pandilla de abonados a las mamandurrias hubiese existido en el Cretácico, por poner un ejemplo nada descabellado, por cierto, va y nos asalta la explicación completa de por qué los últimos años han tenido color azul en esto de la Fórmula 1.

Sí, estimada parroquia, Red Bull, además de ser uno de los más potentes aliados de la FIA en el WRC y otras zarandajas, se despeina en la F1 poniendo circuito para el mundial, lo que convierte a la empresa austriaca en uno de esos peligrosos poderes fácticos que acostumbran a asediar lo que tocan, pero desde las sombras.

Pero no me arrugo, hoy no. Por fortuna lo dejé escrito anteayer «¿Qué tal si hacemos auténtica investigación para calibrar el excesivo peso extra deportivo que tiene actualmente Red Bull?», y conviene que no dejéis ni una migaja de la exposición que hizo ayer J-Car en esa misma entrada, porque a la vista está que Milton Keynes es juez, parte y Sociedad en esto que lleva con mano sabia el canoso mago de los negocios, quien vela como nadie por la salud del espíritu deportivo siempre y cuando no interfiera en la salud del negocio, of course!

Pero no me arrugo, lo juro mientras sigo buscando la belleza y escucho el primer tema de esa preciosa partitura que da cuerpo musical a Shakespeare in Love, compuesto por Stephen Warbeck, cuyo lema he copiado para titular este texto y que me acompañará a buen seguro hasta que lo concluya, ya que hoy quería hablar y voy a hablar de las benditas y naturales transiciones que ha otorgado a la Fórmula 1 su tradicional carisma, pero que por mor de la pandilla de estómagos agradecidos que dirigen el cotarro por el bien de todos, han desaparecido literalmente del mapa.

Sí, amigos míos, aunque pueda parecer increíble bajo las toneladas de letras sueltas, pormenorizaciones y agujeros que pueblan el actual reglamento técnico, existió un tiempo en el cual la creatividad convivía con lo probado y sabido, hasta que caía derrotada o se habría paso, momento en que se convertía en paradigma de forma totalmente natural, hasta que obviamente, un nuevo soplo de imaginación ponía en jaque todo lo conocido. Así, los Cooper rompieron a finales de los cincuenta del siglo pasado la hegemonía de los monoplazas con motor delantero, por ejemplo; o los irreverentes Lotus de finales de los sesenta y comienzos de los setenta del mismo siglo, se impusieron a sus contrincantes demostrando (atentos al matiz) que habían acertado y que la Fórmula 1 estrenaba un nuevo camino.

Diseños innovadores como el Tyrrell P34 o el Brabham BT46B, por supuesto el Lotus 78 o el McLaren MP4/1. Motores flat o en V a diferentes grados, el turbo de Renault y posteriormente el de TAG (Porsche) hasta que llegamos al Honda de 1986. Soluciones a porrillo, en las cajas de cambio, en la disposición de los pedales, en los volantes, en las configuraciones de los propios vehículos, en la posición de los pilotos, en la utilización de la aerodinámica, en el diseño de neumáticos…

Pero llegó la FIA y estableció el orden que al parecer se había perdido entre tanta épica como había suelta, de manera que poco a poco se comenzó a establecer rigurosamente lo que era bueno y lo que era malo para el espectáculo del demonio, y… Bueno, ya sabéis cómo acaba todo esto porque lo estamos sufriendo ahora mismo. Total, que los auténticos conceptos han dejado paso a la gestión de matices, bellos, sin duda, pero matices al fin y al cabo, y las ideas novedosas ya no afloran cuando a los diseñadores les viene en gana o se les enciende la bombilla, sino que tienen fecha de estreno y el correspondiente trailer, con lo que en el peor de los escenarios, a los aficionados nos toca sudar tinta en una temporada tan pésimamente planificada y tediosa como ésta que ni es 2012 ni 2014, y que para colmo, tiene tantos huecos entre carrera y carrera que cabe intercalar 18 pretemporadas completas.

En fin, por hoy creo que ya es bastante, y puesto que en el fondo no sé muy bien de qué me quejo, saludemos la llegada de Red Bull a la Sociedad, y recemos para que aún quede algún agujero entre tan excelente planificación como para que nuestros nietos tengan la oportunidad de disfrutar como disfrutamos algunos, en una lejana Fórmula 1 que ahora no reconoce ni la madre que la parió, y pensemos de paso en Ari Vatanen y en lo que perdimos cuando mordió el polvo ante Jean Todt. Total, de soñar también se vive, ¿o no?

3 comentarios:

J-CAR dijo...

¿Como llegan los nuevos paradigmas?
¿Habéis visto a Bernie con la furgoneta descargando a “sus chicos” en medio de las masas? Me recordaba a Hugh Hefner. ¿Como convertir algo que debería ser espontaneo y natural en un PRODUCTO?
Desde luego, todo ha cambiado. Ahora está todo tan bien atado que cualquier cambio significativo solo puede venir de la misma institución que ha esterilizado a todos los participantes. Al nuevo reglamento de motor + turbo + KERSx2 solo le faltan los planos.

http://www.youtube.com/watch?v=qmJdCpEPIWs
Todos los trenes deberían devolvernos a casa.
¡Un sentido abrazo!

Interlagos dijo...

Hoy nuevo capítulo de "Al hombre que le pasaba de todo".

Un abrazo!

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

J-car ;) Tranquilo, que los planos los están dibujando, pero llegan seguro XDDD Calculo que para media sesión 2014 la catarata de ajustes de la normativa irá pareja a los acontecimientos, y que para 2015, tendremos una mejora sustancial en todo el escenario técnico que cobijará motores «totalmente creativos» que sólo se diferenciarán por el nombrecito de la tapa XDDD

Con tu permiso te tengo que decir que estás sobrao y acertadísimo en cuanto a referencias musicales ;)

Interlagos ;) Todavía hay quien piensa que la diferencia entre Seb y Mark es realmente de 1 segundo, lo que no explica por qué no pone RBR un hombre más rápido al lado de su gran promesa ;)

Un abrazote desde el futuro ;)

Jose