sábado, 13 de octubre de 2012

Agallas


La actitud de Lewis Hamilton para con su ya antigua escudería, McLaren, podría pasar por el típico exponente de profesionalismo de pura cepa —cobras como Llorente en el Athletic, y te debes al equipo que te paga aunque ya no simpatices ni con él ni con su filosofía—. Eres un enemigo en casa, alguien a quien se hurtarán todos los secretos para que no se los pase a la competencia, un individuo al que se mirará desde ahora mismo de reojo, el tipo que ya no es uno de los nuestros…

Pero Lewis devuelve porque ha crecido y ha asimilado desde hace tiempo que no se debe a nadie que no sea él mismo. Si acaso le debe algo a Nicole, de esas cosas que se prometen entre las sábanas o compartiendo media docena de churros en el desayuno y que quedan grabadas muy adentro, como deudas que sabiendo que jamás serán saldadas, que nunca serán motivo de reproche, están ahí, soldadas a la propia historia de uno mismo, en el lugar inaccesible donde residen todos los sueños limpios que fueron macerados desde la sinceridad más alegre y consciente.

Lewis, una vez más, y van muchas, me está demostrando que la paz que firmé con él en 2010 es de las duraderas. Llevé mal lo que ocurrió en 2007 y le solté algún guantazo blando en 2008, pero al año siguiente de la consecución de su campeonato mundial, aprendí a entrever que lo que siempre había intuido estaba amaneciendo para quedarse en un ten con ten del que sólo sabemos y damos cuentas él y yo. Al siguiente de aquello, claudiqué y me rendí a sus encantos, porque ver crecer a un piloto es de esas cosas que reconcilian a uno con todo esto, y Lewis es mi ancla con la F1. Verle en pista supone un acicate. Observale, un deleite aunque se lleve puesto a Felipe.

Lewis se va a Mercedes el año que viene, pero lucha ahora mismo por la plaza que le corresponde. En Corea, hoy mismo, ha vuelto a demostrar que no da nada por perdido. Mañana sale tercero en la parrilla y no me extrañaría que mojara la oreja de los de la austriaca para demostrar una vez más de qué pasta está hecho. Jenson partirá tarde pero Lewis se mantiene al loro y esta tarde coreana que nos ha pillado en la cama, ha vuelto a demostrarlo. La prueba se mantiene abierta, y el británico de tez y manos negras ha apostado todo lo que tiene para estar en la pomada.

No me extrañaría nada que dentro de unas horas ganara el Gran Premio más tonto de todo el año, porque en Woking tiene que haber al menos un integrante, alguien anónimo, de los que no salen en la foto, que haya entendido que Lewis no está manifestando compromiso sino agallas, y que necesita por tanto que otro alguien, esta vez público o no tanto, responda como se merece el pundonor demostrado por el único piloto de la parrilla que hoy por hoy sigue entendiendo todo esto como lo entendían los de antes, los que lo levantaron a base de riñones, riesgo y esfuerzo, para que Bernie lo sacrificara en un ayer pretérito pluscuamperfecto y en un presente continuo, explotándolo hasta la extenuación en el ara del espectáculo por el espectáculo.

Lewis sale tercero mañana por la mañana aquí, por la tarde allí, en el culo del mundo, buscando hincar el diente en este campeonato pronosticado a una lucha a dos, pero que admite la intervención de un tercero en discordia que puede no haber entendido la gramática ortodoxa que afirma que quien no está en el sitio adecuado no tiene sitio, pero que atiende a la llamada ante la que se genuflexan todos los lobos: la dialéctica contínua, la lucha permanente, el aquí y el ahora por el mañana, por Nicole, por sus besos y sus caricias, por darle en los morros a Ron, a Martin y a quien se ponga delante, por agallas a la hora de afrontar que la generosidad puede no encontrar respuesta.

3 comentarios:

rudyBB dijo...

Que triste ver a Lewis luchando por quedar 10 con el trozo de alfombra colgando del coche...
Em cuanto a la carrera.... Que queréis que os diga, que Red Bull se ríe de todo el mundo porque son muy buenos. Como han ocultado su ritmo de carrera. Se ríen y ríen y no hay nadie que sepa montar un equipo que les moje la oreja.

No esta todo perdido, es verdad, solo queda rezar porque Ferrari de con la tecla en la India. Pero debería recuperar 5 décimas como mínimo.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días ;)

RudyBB ;) Una auténtica lástima lo de Lewis, como bien dices, y en cuanto al RB8, Red Bull sigue jugando con cartas marcadas porque ni Adrian es tan mago, ni el resto de ingenieros son tan bobos. Una pena en todo caso porque perdemos todos.

Un abrazote

Jose

Interlagos dijo...

Una pena lo hoy de Lewis. Decía al final del Gran Premio que tenía algo roto y que incluso en recta se le movía el coche. Es cierto, me he fijado en la repetición de la carrera en su cámara subjetiva, y se aprecia como en recta tiene que mover levemente el volante para no perder la línea.

Fin de semana para olvidar de McLaren que además es superada por Ferrari. Con el coche que han tenido es realmente increible que vayan terceros en constructores.

Sobre la carrera y Red Bull me reservo a leer la crónica de Jose.

Un abrazo!