sábado, 15 de marzo de 2008

Bandera roja


He puesto el despertador a las 4 en punto, pero entre los anuncios y el rollete previo de la Q1, he decidido echar una cabezadita para ponerme las pilas en la Q3, pero lo que he visto al despertarme del todo ha sido a Anthony Hamilton chupando pantalla mientras era felicitado por todo el mundo… Pasado el susto y asumiendo que había puesto el despertador para nada porque acababa de soplarme toda la calificación, he recompuesto como he podido mis líneas, preparándome para lo peor.

Alonso: decimosegunda posición en la parrilla. Una inoportuna bandera roja provocada por la salida de pista de Webber, le había arrebatado toda posibilidad de acercarse a las primeras posiciones aunque estaba rodando cerca del 1:26.000, ¡y gracias!, porque el pequeño problema detectado en el diferencial una vez su R28 ha vuelto a boxes, de no haber sido localizado a tiempo podía haber complicado mucho las cosas durante la carrera.

Ya en el desayuno, he sufrido los habituales cachondeos de Marije y contestado a las dudas de Lucio (algún día tengo que escribir sobre el Novelty), y después, en el trayecto en tren hacia Bilbao, la lectura pormenorizada de la crónica negra del impagable y cenizo Manel Serras, sobre la cruda realidad que rodea a nuestro compatriota.

No me extiendo más, porque quería decir que aunque Alonso ha tenido hoy bastante mala suerte, no ha perdido un ápice de posibilidades de cara al gran premio, y me explico, como de costumbre:

El viernes, Fernando rodó nada menos que en los tiempos que hizo la temporada pasada, en el mismo lugar y en parecidas circunstancias, con el MP4/22 de su antigua escudería (1:29.214 y 1:28.040, respectivamente, que arrojaban 1:28.627 de media). Es más, fue un poco más veloz, para qué ocultarlo, porque el viernes obtuvo una media de 1:28.569, logrando así ser casi 1 décima más rápido que a los mandos de su estrella de plata.

Pasando por alto que la referencia, su referencia, no podía ser otra que la de su antiguo coche, creo que Fernando consiguió cumplir su primer objetivo: saber dónde estaba realmente. Obviando que el R27 era un trasto y el MP4/22 un rayo, creo sinceramente que logró cubrir también su segundo objetivo: saber dónde estaba realmente el R28 con respecto al R27. Y como quiera que nuestro compatriota es muy celoso de cuidar estos pequeños detalles, y dado que en las dos sesiones había clavado sus tiempos: 1:28.360 (en 22 vueltas) y 1:28.779 (en 37 vueltas), intuyo que andaba buscando un ritmo de carrera aceptable, y el caso es que al parecer lo encontraba, porque sus registros fueron los más regulares de la parrilla.

Como quiera que en la tercera sesión de entrenamientos, el asturiano colocaba su bólido en 1:26.082 (2 segundos menos que el viernes), alzándose con el 3º lugar (si las cuentas no me fallan su R28 ha sido el tercer monoplaza más rápido en entrenamientos, por delante de los Ferrari y McLaren y sólo detrás de los BMW; y el tercero absoluto porque los tiempos en calificación definitivos han sido más abultados para todos los intervinientes, aunque cabe decir que el ovetense estaba rodando para 1:25 alto cuando ha surgido la maldita bandera roja que lo ha parado todo), sólo puedo afirmar que Renault cuenta con un buen coche para mañana, y con un piloto muy motivado.

Definitivamente sale undécimo (Glock pierde 5 puestos por haber sustituido su caja de cambios), es cierto, pero este año se puede adelantar, lo que me lleva a pensar que hay carrera para rato, mucho espectáculo, muchos abandonos (espero que nos respeten), también alguna bandera roja y más de un Safety Car…

Esta madrugada no me vuelvo a dormir, lo prometo.

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